ELEMENTOS DE LA RADIO
RESUMEN:
Toda
persona está en la capacidad de hablar frente a un micrófono y dirigirse, a
través de la radio, a una audiencia. Simplemente debe saber manejar su voz y
encontrar su espacio correcto en un programa. El locutor debe ser parte de todo
el programa, no sólo debe leer y leer lo que otros le hagan llegar; debe
investigar, aportar y ayudar. La voz es la herramienta principal que tiene todo
locutor. Él utiliza la palabra y se dirige a un público, él mismo que ya le ha
dado características físicas y hasta personales a las personas que escuchan. La
voz es lo que los diferencia. Un buen locutor es aquél que sacrifica, siente
pasión y ganas de sacar adelante su programa radial.
PALABRAS
CLAVES:
Locutor,
dramas, sonidos, creatividad y cuñas publicitarias.
DESARROLLO:
¿Deberíamos
asistir a una escuela donde nos enseñen cómo hablar en una radio?, ¿Podré estar
frente a un micrófono y hablar para un público?, ¿será posible que algún
locutor contribuya en la construcción de su programa diario? Pues no, no existe
escuela donde te formen para ser un buen locutor. Cualquier persona puede
escoger esta profesión, siempre y cuando tenga ganas y pasión de querer
hacerlo. Todas las voces que existen son de gran ayuda. Todas pueden tener
lugar en el medio radiofónico. Simplemente se tienen que acomodar a cada
formato que mejor les quede.
Laura
Rodríguez define a la voz, en su libro PONETE ONDAS, como: “Cada vez que oímos una voz, ésta dibuja un mapa a su
alrededor, un mapa que nos traslada hacia una forma física de la persona,
a su personalidad, a su universo. La voz es, entonces, una voz habitada por
alguien”. “La voz está, a su vez,
atravesada por el lenguaje, un espacio expresivo donde se anudan diversos
sentidos. Sin embargo se juega algo más. Un sonido. Una música. Ese sonido es
la música de un paisaje interior. En la voz, la experiencia “hace sonido”. La
voz no es el lenguaje. No es la palabra. Es el sonido del alma.”
Debemos
tener en cuenta que la persona que se encarga de hablar diariamente en un
programa radial, es aquel que establece la comunicación entre radio y público.
Entonces ¿todos podemos hablar en radio? Sí. Sin embargo, hay algo claro,
nuestra voz debe educarse, ósea bajar y elevar el tono según convenga, hablar
más rápido o más lento según lo
requiera, aprender a controlar el aire que entra y sale de nuestros
pulmones. La naturalidad es clave. Todo es una conversación. Nosotros no escribimos lo que vamos a hablar con algún
amigo al día siguiente, entonces para la radio tampoco lo vamos a hacer.
Que hable
en un micrófono dirigiendo un programa no es solo la labor del locutor. Él debe
conocer su programación, debe saber manejar todas las herramientas, puede sacar
y poner lo que considere necesario; pero sobre todo debe transmitir confianza a
su audiencia. Tienen que creer lo que están diciendo, deben hablar cómo si
ellos realmente fueran la audiencia y se están escuchando.
Siempre
sucede que hay una persona a la que te gusta imitar, pero un buen locutor debe
ser único, él debe marcar su propio estilo sin tratar de copiar de alguien más.
No debe imitar a alguien al momento de conducir su programa. Es más no deben ni
siquiera leer o al menos no debe parecer que lo estás leyendo. Para el locutor
no debe existir guión, solo pequeños datos que son importantes como fechas,
nombres, ciudades, etc.
Como
ya lo había mencionado anteriormente, un locutor debe involucrase en todo el trabajo
de llevar a cabo un programa diario. Entonces, las ideas para captar al público
van a abundar, pero éstas deben ser creativas y bastante interesantes. Lo que
más vende en la actualidad es la tragedia, lo que apela al sentimiento, digamos
que el drama. En radio, el conflicto de una historia es clave, pues la
audiencia se identifica, se hace parte del drama. Así es que uno de los métodos
utilizados en radio es la creación y presentación de dramas.
Los
dramas derrochan, y así debe ser, creatividad. Sin, embargo, no todo es tan
fácil. Hay tantos puntos tener en cuenta. ¿Mi público, quién debería ser? ¿A
quién convenceré primero? ¿Por qué deberían ser ellos? ¿Qué voy a lograr con
esto? Definitivamente mi historia debe romper esquemas. El público actual es muy
exigente. Mi creatividad debe estar en su máximo grado. El conflicto, pieza
clave, debo manejarlo muy bien. Necesito alargarlo cuándo sea realmente
necesario o debo cortarlo cuándo ya no
va.
Federico
Ayciriet manifiesta en COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA RADIO lo siguiente, “El género dramático evoca el pasado,
adelanta el futuro y pone ambos en el presente. Los representa. Tal vez por eso
nos resulta un género tan próximo, tan familiar, porque imita la vida, recrea
situaciones que hemos vivido o que quisiéramos vivir”.
¿Quiénes
deberían actuar en mi historia? Pregunta muy complicada. Para captar la
atención de mi audiencia, debo primero lograr que ella se identifique con cada
línea de mi guión, entonces los personajes son muy importantes. ¿Qué tal si
primero averiguo qué es lo que le gusta a mi público? ¿Cómo es que ellos se
hablan? Yo personalmente sentiré más apego por un actor si parece que a él lo
conozco, cosa que se lograría si sé cómo piensa, cómo se expresa, de dónde es.
Es más le doy características físicas que debe ser las que el guionista le dio,
y sólo se logrará si él personaje lograr cumplir muy bien su rol.
Los
personajes conversan, no leen. Dialogan, no aburren. Son naturales, no
artificiales. Me enamoran, no me cansan. Ellos realmente viven la historia para
yo creerla. Pues, son realmente actores. Escoger las personas que darán vida a
mi libreto y me permitirán cumplir con mis objetivos, es complicado más no
difícil. El trabajo de realizar una historia se llevará a cabo con un gran
equipo de producción que se conozca, que se entienda, que se apoyen. Pero sobre
todo un equipo que parece una familia y trasmitirá esa sensación a sus actores.
¿Cómo
sé que María está ingresando a un
mercadillo? Yo no lo puedo ver, solo lo estoy oyendo. Se hicieron los efectos y
los sonidos. De cuánta ayuda son, sólo cuando escogemos los correctos y sabemos
utilizarlos. Permiten, de alguna manera u otra, al oyente que dibuje en su
mente, el contexto en el que se desarrollan los hechos. Es importante
utilizarlos de buena manera; para complementar diálogos más no para
confundirlos. Realmente es un gran trabajo, pero con pasión y esfuerzo todo,
absolutamente todo, da buenos resultados.
Un
método que muchos especialistas han considerado muy eficaz es el de la
repetición de los mensajes. Naturalmente, ninguna empresa comercial se hace de
la vista gorda ante un hecho tan real. En radio, todas las publicidades o cuñas
son cortas y precisas. Muy ingeniosas y creativas. Sin embargo, no todas son
comerciales. Hay también las educativas y promocionales. Para realizarlas
requieren de mucha imaginación y concentración. Son mensajes breves que te
dicen todo acerca del producto.
Ana Sebastián
Morillas y Luis Rodrigo Martín, en LA RADIO Y SU PUBLICIDAD. CREACIÓN, ESTRUCTURA Y FORMATOS DE
LA CUÑA RADIOFÓNICA, manifiestan algunas características de las voces en las
cuñas publicitarias; “Estas voces seducen
al oyente con invitaciones entusiastas, susurros al oído o diálogos divertidos. La voz, además, aporta la
sensación de la presencia de los personajes
que la emiten. La voz, gracias a la falta de imagen, crea tensión en el
oyente, porque éste no sabe cómo es la
persona de la que procede de esta voz, pero su mente intenta construir una imagen de ella. Este espejo sin imagen provoca
una actitud activa, constructiva en el
oyente. Aquellos que dominan el arte del manejo de la voz pueden lograr varios
tipos de estas voces”:
Nuestra
programación debe ser lo más imaginativa posible. Por lo tanto, establecerla
depende de los gustos y exigencias de nuestra audiencia. Debemos complacerla
sino la perdemos. Asimismo, podemos proponer, pero teniendo en cuenta que el
público es muy selectivo y no le costara nada cambiar de emisora o mejor
prender el televisor. A la radio no lo debería mover la competencia ni las
cifras del rating. Sino que siempre debe tener la meta de mejorar.
El
locutor habla por aquel que no es escuchado. Defiende el derecho de la libertad
de expresión. Promueve la participación de todos los públicos. Contribuye al
desarrollo y al crecimiento de cada ciudad. Sin embargo, es indispensable
conocer qué es lo que piensan las amas de casa sobre u tema en específico,
cuáles son sus prioridades y debilidades de los jóvenes. Mi programa de verdad
estaría incluyendo a toda la sociedad.
LIBROS DESCARGABLES
http://www.ae-ic.org/santiago2008/contents/pdf/comunicaciones/195.pdf
http://comunicacionparticipativanobel.blogspot.com/2008/08/gnero
http://poneleondaradio.files.wordpress.com/2012/08/ponele_onda.pdf
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