jueves, 17 de abril de 2014

ARTICULO

ELEMENTOS DE LA RADIO

RESUMEN:
Toda persona está en la capacidad de hablar frente a un micrófono y dirigirse, a través de la radio, a una audiencia. Simplemente debe saber manejar su voz y encontrar su espacio correcto en un programa. El locutor debe ser parte de todo el programa, no sólo debe leer y leer lo que otros le hagan llegar; debe investigar, aportar y ayudar. La voz es la herramienta principal que tiene todo locutor. Él utiliza la palabra y se dirige a un público, él mismo que ya le ha dado características físicas y hasta personales a las personas que escuchan. La voz es lo que los diferencia. Un buen locutor es aquél que sacrifica, siente pasión y ganas de sacar adelante su programa radial.

PALABRAS CLAVES:
Locutor, dramas, sonidos, creatividad y cuñas publicitarias.

DESARROLLO:
¿Deberíamos asistir a una escuela donde nos enseñen cómo hablar en una radio?, ¿Podré estar frente a un micrófono y hablar para un público?, ¿será posible que algún locutor contribuya en la construcción de su programa diario? Pues no, no existe escuela donde te formen para ser un buen locutor. Cualquier persona puede escoger esta profesión, siempre y cuando tenga ganas y pasión de querer hacerlo. Todas las voces que existen son de gran ayuda. Todas pueden tener lugar en el medio radiofónico. Simplemente se tienen que acomodar a cada formato que mejor les quede.
Laura Rodríguez define a la voz, en su libro PONETE ONDAS, como: Cada vez que oímos una voz, ésta dibuja un mapa a su alrededor, un mapa que nos traslada hacia una forma física de la persona, a su personalidad, a su universo. La voz es, entonces, una voz habitada por alguien. “La voz está, a su vez, atravesada por el lenguaje, un espacio expresivo donde se anudan diversos sentidos. Sin embargo se juega algo más. Un sonido. Una música. Ese sonido es la música de un paisaje interior. En la voz, la experiencia “hace sonido”. La voz no es el lenguaje. No es la palabra. Es el sonido del alma.”
Debemos tener en cuenta que la persona que se encarga de hablar diariamente en un programa radial, es aquel que establece la comunicación entre radio y público. Entonces ¿todos podemos hablar en radio? Sí. Sin embargo, hay algo claro, nuestra voz debe educarse, ósea bajar y elevar el tono según convenga, hablar más rápido o más lento según lo  requiera, aprender a controlar el aire que entra y sale de nuestros pulmones. La naturalidad es clave. Todo es una conversación. Nosotros  no escribimos lo que vamos a hablar con algún amigo al día siguiente, entonces para la radio tampoco lo vamos a hacer. 
Que hable en un micrófono dirigiendo un programa no es solo la labor del locutor. Él debe conocer su programación, debe saber manejar todas las herramientas, puede sacar y poner lo que considere necesario; pero sobre todo debe transmitir confianza a su audiencia. Tienen que creer lo que están diciendo, deben hablar cómo si ellos realmente fueran la audiencia y se están escuchando.
Siempre sucede que hay una persona a la que te gusta imitar, pero un buen locutor debe ser único, él debe marcar su propio estilo sin tratar de copiar de alguien más. No debe imitar a alguien al momento de conducir su programa. Es más no deben ni siquiera leer o al menos no debe parecer que lo estás leyendo. Para el locutor no debe existir guión, solo pequeños datos que son importantes como fechas, nombres, ciudades, etc. 
Como ya lo había mencionado anteriormente, un locutor debe involucrase en todo el trabajo de llevar a cabo un programa diario. Entonces, las ideas para captar al público van a abundar, pero éstas deben ser creativas y bastante interesantes. Lo que más vende en la actualidad es la tragedia, lo que apela al sentimiento, digamos que el drama. En radio, el conflicto de una historia es clave, pues la audiencia se identifica, se hace parte del drama. Así es que uno de los métodos utilizados en radio es la creación y presentación de dramas.
Los dramas derrochan, y así debe ser, creatividad. Sin, embargo, no todo es tan fácil. Hay tantos puntos tener en cuenta. ¿Mi público, quién debería ser? ¿A quién convenceré primero? ¿Por qué deberían ser ellos? ¿Qué voy a lograr con esto? Definitivamente mi historia debe romper esquemas. El público actual es muy exigente. Mi creatividad debe estar en su máximo grado. El conflicto, pieza clave, debo manejarlo muy bien. Necesito alargarlo cuándo sea realmente necesario o  debo cortarlo cuándo ya no va.
Federico Ayciriet manifiesta en COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA RADIO lo siguiente, “El género dramático evoca el pasado, adelanta el futuro y pone ambos en el presente. Los representa. Tal vez por eso nos resulta un género tan próximo, tan familiar, porque imita la vida, recrea situaciones que hemos vivido o que quisiéramos vivir”.
¿Quiénes deberían actuar en mi historia? Pregunta muy complicada. Para captar la atención de mi audiencia, debo primero lograr que ella se identifique con cada línea de mi guión, entonces los personajes son muy importantes. ¿Qué tal si primero averiguo qué es lo que le gusta a mi público? ¿Cómo es que ellos se hablan? Yo personalmente sentiré más apego por un actor si parece que a él lo conozco, cosa que se lograría si sé cómo piensa, cómo se expresa, de dónde es. Es más le doy características físicas que debe ser las que el guionista le dio, y sólo se logrará si él personaje lograr cumplir muy bien su rol.
Los personajes conversan, no leen. Dialogan, no aburren. Son naturales, no artificiales. Me enamoran, no me cansan. Ellos realmente viven la historia para yo creerla. Pues, son realmente actores. Escoger las personas que darán vida a mi libreto y me permitirán cumplir con mis objetivos, es complicado más no difícil. El trabajo de realizar una historia se llevará a cabo con un gran equipo de producción que se conozca, que se entienda, que se apoyen. Pero sobre todo un equipo que parece una familia y trasmitirá esa sensación a sus actores.
¿Cómo sé que María está ingresando  a un mercadillo? Yo no lo puedo ver, solo lo estoy oyendo. Se hicieron los efectos y los sonidos. De cuánta ayuda son, sólo cuando escogemos los correctos y sabemos utilizarlos. Permiten, de alguna manera u otra, al oyente que dibuje en su mente, el contexto en el que se desarrollan los hechos. Es importante utilizarlos de buena manera; para complementar diálogos más no para confundirlos. Realmente es un gran trabajo, pero con pasión y esfuerzo todo, absolutamente todo, da buenos resultados.
Un método que muchos especialistas han considerado muy eficaz es el de la repetición de los mensajes. Naturalmente, ninguna empresa comercial se hace de la vista gorda ante un hecho tan real. En radio, todas las publicidades o cuñas son cortas y precisas. Muy ingeniosas y creativas. Sin embargo, no todas son comerciales. Hay también las educativas y promocionales. Para realizarlas requieren de mucha imaginación y concentración. Son mensajes breves que te dicen todo acerca del producto.

 Ana Sebastián Morillas y Luis Rodrigo Martín, en LA RADIO Y SU PUBLICIDAD. CREACIÓN, ESTRUCTURA Y FORMATOS DE LA CUÑA RADIOFÓNICA, manifiestan algunas características de las voces en las cuñas publicitarias;Estas voces seducen al oyente con invitaciones entusiastas, susurros al oído o diálogos divertidos. La voz, además, aporta la sensación de la presencia de los personajes que la emiten. La voz, gracias a la falta de imagen, crea tensión en el oyente, porque éste no sabe cómo es la persona de la que procede de esta voz, pero su mente intenta construir una imagen de ella. Este espejo sin imagen provoca una actitud activa, constructiva en el oyente. Aquellos que dominan el arte del manejo de la voz pueden lograr varios tipos de estas voces”:

Nuestra programación debe ser lo más imaginativa posible. Por lo tanto, establecerla depende de los gustos y exigencias de nuestra audiencia. Debemos complacerla sino la perdemos. Asimismo, podemos proponer, pero teniendo en cuenta que el público es muy selectivo y no le costara nada cambiar de emisora o mejor prender el televisor. A la radio no lo debería mover la competencia ni las cifras del rating. Sino que siempre debe tener la meta de mejorar.
El locutor habla por aquel que no es escuchado. Defiende el derecho de la libertad de expresión. Promueve la participación de todos los públicos. Contribuye al desarrollo y al crecimiento de cada ciudad. Sin embargo, es indispensable conocer qué es lo que piensan las amas de casa sobre u tema en específico, cuáles son sus prioridades y debilidades de los jóvenes. Mi programa de verdad estaría incluyendo a toda la sociedad.





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