LA
PERSONALIDAD DE LA RADIO
En radio, para lograr
entender, basta con solo escuchar, pues nuestra audición ha demostrado ser
mucho más importante que nuestra vista. En este medio de comunicación
escuchamos sonidos, música y palabras, todas ellas ingresan por el oído para
luego llegar a nuestra mente. En la actualidad, la radio ha logrado
posicionarse en la vida de las personas, para algunas es casi imposible no
tener una radio al lado o no escuchar su programa favorito que transmite
determinada emisora, peor aún no estar atento a las noticias de último momento
o a las “primicias”.
Dicen que nuestro oído es un
medio eminentemente visual. Pues bien, la información que se transmite por
radio, ingresa por nuestro oído, (allí se demuestra que la audición es clave
para la radio) luego es transportada por todo nuestro órgano de la audición
hasta llegar al cerebro y recrear lo que hemos captado. El oído nos permite
desarrollar muchas escenas que hemos escuchado por radio, en nuestra mente.
A través de la radio desarrollamos
significativamente nuestro poder de imaginación. Al escuchar alguna frase como
“la ciudad de la eterna primavera”, de hecho que nos imaginamos a Trujillo. Lo
mismo sucede cuando escuchamos la transmisión de un partido de fútbol y existe
gol; rápidamente ideamos, de acuerdo a
la descripción que brinda el narrador, como fue la acción de gol, incluso
nuestras emociones suelen ser mucho más apasionantes cuando escuchamos que
cuando vemos.
Así como desarrollamos la
imaginación, y van de la mano, desarrollamos la fantasía y la magia. Imaginémonos las radionovelas,
cuando algún miembro del ahogar se identifica con algún personaje, rápidamente
vive toda la historia como si fuera él o ella, vive sus tristezas, alegrías,
dolores, engaños, etc. Así imaginamos ser el personaje, fantaseamos vivir lo de
ellos y creamos espacios de aventuras.
Los pensamientos, los
sentimientos y las palabras también son parte importante del oído. Claramente
se puede explicar cuando entablas una
conversación a través de la radio. Cuando un locutor recibe, en su programa una
llamada telefónica para opinar sobre algún tema en particular, se crean lazos
de comunicación que van generando sentimientos de confianza y alegría;
desarrollando la imaginación, el carácter y juicios.
Sin embargo, para la radio
lograr todo esto, no es tan fácil. Pues es necesario que, primero logre captar
público y su interés, pero todo ello viene como resultado de un gran proceso.
Es necesario que las personas cordiales, amables, sinceros, confiables y alegres;
un recurso que se puede utilizar es la risa, cuando lo demande y la seriedad,
cuando lo requiera. Es cierto que la gente ve a la radio como un medio de
entretenimiento, por lo tanto, los interlocutores deben estar en la capacidad
de entretener a su público. Tienen que demostrar alegría, risas y sonrisas,
pues así lograrían invitar a la audiencia a un mundo de relajo y
entretenimiento que tanto desean.
La personalidad de la radio
tiene mucho que ver con el sonido, es así que se ve determinad por el oído humano.
Tal es así, que la radio debe primero captar el interés de su audiencia;
utilizando tal vez una noticia impactante, no necesariamente para los demás lo
es. Luego, utilizar su poder de seducción, con algún chiste, lectura cómica,
historias o tal vez la voz agradable de un animador. Total, el caso es entablar
una comunicación exitosa, afectiva y efectiva entre interlocutores y la
audiencia, y viceversa.
En conclusión, es necesario
tener iniciativa y ganas para hacer radio. Se debe contribuir con nuestro
sentido auditivo y el poder de la imaginación, estableciendo conversaciones
amenas y afectivas, con apoyo de risas y sonrisas, más aún con palabras
necesarias. Porque la radio seduce y esa es su personalidad. No basta solo con
tener una carrera de periodismo o querer dinero, es necesario tener pasión,
amor y magia, para disfrutar del programa radial y hacer radio, pues a si
seremos unos verdaderos comunicadores o comunicadoras sociales, debemos hacer
que la audiencia escuche, recree, cree, imagine y fantasee.
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